viernes, 18 de septiembre de 2009

La comunicación en terapia intensiva.

Hace algunas horas se le acertó en el medio del pecho el disparo que dejó en terapia intensiva a la comunicación y a la libertad de prensa. Ocurrió en el Congreso Nacional.

Algunos me podrán preguntar si quiero una nueva ley de medio audiovisuales. Les contesto que sí.

Pero debo decir también que desde hace 6 años a ésta parte la prensa ha sido descalificada y acusada de ser los culpables de “los desaciertos” del matrimonio presidencial.

Teniendo en cuenta lo anterior la pregunta es: ¿Es posible hacer una ley tan fundamental en éste clima de odio y venganza, donde el diálogo y los acuerdos brillan por su ausencia?

Sabemos que el gobierno nacional quiere la propagación de un discurso único –la prueba está con Canal 7, Radio Nacional, TELAM, etc.-, ya que su único fin es desmembrar a Clarín y callar a los demás medios y poco le importa si las organizaciones no gubernamentales o lo pueblos originario tienen voz propia.

A ésta altura de las circunstancias poco importa si los grandes medios se tienen que desprender de sus otros medios, pero está visto que ésta ley fue hecha con el propósito de firme de quebrar el derecho constitucional de libre expresión cuando reglamenta cómo deberían hacerse las cosas, qué contenidos deberíamos poner. ¿Qué derecho tienen para decirme cómo y que debo hacer? ¿Eso será motivo para quitarnos la licencia? ¿Cómo es que ninguno se quejó por eso?

Es posible que desde que comience a tener vigencia la ley haya una andanada de nuevos medios… abriendo nuevos puestos de trabajo pero los que ya llevamos años en ellos sabemos que para poder emitir dependemos de la publicidad. Ahora, cuantos medios pequeños podrán cubrir los costos con un mercado tan chico? Algunos van a sobrevivir -como muchos lo hacen- con la pauta gubernamental si el mensaje es pro-gobierno K, pero si no es así seguramente habrá un medio menos y así uno tras otro como en Venezuela.

Por suerte la ley no reglamenta los medios gráficos y de Internet (radio, gráfica y TV) –como este- y muchos seguirán expresándose por ellos.

En honor a la verdad, creo que el derecho a la libre expresión agoniza en la Argentina, en pocos días mas puede salvarse o morir. Esta vez sí pueden matar al mensajero.

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