miércoles, 2 de febrero de 2011

Soledad Villamil: “El Oscar no cambió mi vida cotidiana”

Soledad Villamil es una reconocida y talentosa artista que ha transitado por distintos escenarios y ha trabajado bajo la dirección de los mejores profesionales correspondientes al mundo del teatro, la televisión, el cine y la música.
Con un carácter siempre dispuesto para enfrentar desafíos y apasionado por aquello estético y sensiblemente conmovedor, Soledad ha sabido elegir papeles y protagonismos ideales para el nivel de su destreza.
Fue nominada para varios premios por sus actuaciones en teatro y TV y música, entre ellos: varios Premios ACE, Martín Fierro, Premio Cóndor, Premio Clarín, Premio Goya, Premio Oscar.
Sus primeros pasos en el arte fueron de la mano de la música, estudiando desde niña varios instrumentos. Luego a partir de los quince años, y después de su primera clase de teatro, la actuación se transformó primero en una pasión y luego en su profesión. Desde hace unos años combina estas dos actividades buscando la comunicación con el público tanto a través del teatro, el cine y la televisión como de la música.
Algunos años pasaron desde su debut como cantante en Gloria Porteñas en La Trastienda hasta llegar a colmar “jugando de local” la Quinta Trabucco el pasado 29 de Enero.
En Conferencia de prensa Soledad Villamil aseguró –una vez finalizado el espectáculo- que “Me sorprendió y me alegró muchísimo la cantidad de gente que se juntó. No sólo la cantidad sino la respuesta en sí. Lo cálido de la respuesta del público. Este es un proyecto que viene creciendo de a poco. Mi proyecto musical que es de hace algunos años pero que es relativamente nuevo en relación con mi trabajo como actriz, entonces, es una alegría para mi éstos pasos que son muy importantes.” Y agregó: “Solo en un festival en Córdoba con muchos artistas hubo muchísimo público. Era un festival. No era así de convocatoria propia. Así, es la primera vez.”.
Luego de extender a pedido del público fuera de lo preparado para la ocasión en la que incluyó temas de sus dos discos (Canta y Morir de Amor), la artista señaló que “mis referencias como cantante, son cantantes de música popular. Algunas del género nuestro, tango y folclore, Cancionistas de los años 20 como también de otras músicas populares como el jazz y la música brasilera”
Prefiero no hablar de política ahora, Así nos mantenemos alegres” señaló cuando se fue consultada por su militancia política en tiempos de la escuela secundaria. “Y sí, tuve militancia política en el Nacional de Vte López en Agustín Álvarez y Maipú. Mi militancia hoy está en mi actividad artística.” Reconoció.
De todas las veces que pasaste por ésta puerta… Cuantas veces pensaste que podrías cantar acá?
-Muchas, muchas…muchas veces pensé que me gustaría cantar en la Quinta Trabucco porque creo que es uno de esos lugares que no tienen igual... ¿no? El espacio físico, la belleza de éste lugar, a su vez local y lo que es… Yo tengo hermosos recuerdos de haber asistido como oyente a conciertos al aire libre y creo que este es uno de los mejores lugares que uno puede pensar para hacer un concierto. Además, claro, mi propio barrio, una felicidad total.
Contanos un poco sobre tu banda…
-Nosotros vamos tocando en diferente formaciones de acuerdo a los escenarios. Esta es una formación bastante grande a lo que usualmente hacemos. En general tocamos cuarteto o quinteto. La base es siempre la misma: José Teixidó (Guitarras), Nicolás Perrone (Bandoneón / Acordeón), Gerardo De Mónaco (Contrabajo), Martín González (Percusión) y Augusto Argañaraz (Batería) y hoy tuvimos además Juan Tarsia (Teclados), Santiago Castellani (Trombón) y James Suggs (Trompeta). Otras de las alegrías es poder haber hecho el concierto hoy con la formación grande, digamos, porque eso le da mucho crecimiento al espectáculo.
El Oscar -al film “El secreto de sus ojos”- te cambiado la vida?
-No demasiado. Por supuesto que en términos profesionales me dio más posibilidades de difusión de mi trabajo, en propuestas y además de acercarme a más público con lo que hago. En ese sentido sí. En mi vida cotidiana, no.

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